RIP, Marco Simoncelli.

No voy a ser falsa y faltarle al respeto a Marco diciendo que era mi piloto favorito. Era uno de los pilotos que peor me caían de la parrilla de Moto GP, por culpa de ciertas actitudes polémicas que todos conocemos. Pero, por supuesto, siempre he reconocido su gran calidad como piloto. Dicho esto, ¿qué siento ante lo que ha pasado hoy? Pues estoy destrozada. Me he pasado muchos domingos viendo pilotar a Marco, comentando sus acciones dentro y fuera de la pista. Hoy mismo estaba tan jovial como siempre en la parrilla, y ahora se ha ido. Todavía no lo asumo, después de lo de Dan, esto. Lo peor es que tenía un presentimiento de que más cosas malas iban a pasar después de lo de Dan. En las carreras, parece que las desgracias nunca vienen solas, que cuando hay un accidente grave en una categoría alguna otra se contamina de ese mal efecto y suceden más desgracias. Estoy fatal por Dan, por Marco, y porque temo por todos mis niños, especialmente por los que más quiero, los de la F1. Por favor, que no suceda nada más. Ya ha sido suficiente el dolor. Descansa en paz, SuperPipo. Ya no podrás ser Campeón de Moto GP, algo que era bastante probable que tarde o temprano sucediera. Pero no nos vamos a olvidar de ti... aunque quisiéramos, sería imposible.