lunes, 30 de agosto de 2010

Reflexionando desde el corazón.


Esta temporada no está siendo del todo fácil para el alonsismo. Y, personalmente, me encuentro en una encrucijada en ese sentido. Lo reconozco, he tenido momentos de debilidad. Momentos en los que me he enfadado mucho con Fernando, y he pensado seriamente en abandonar el alonsismo por completo y convertirme en una fan de las carreras totalmente neutral. Pero no he podido. No he podido abandonarle.

Siento que este año no lo está haciendo nada bien. Y me da rabia. No sólo ha sido la mala suerte, ha cometido muchos, muchos errores. Sé que es un ser humano (bueno, esto es discutible para algunas personas como Lobato) y que es normal que tenga días peores que otros. Además, no debe de ser fácil llegar a un equipo tan grande, con todas esas expectativas puestas en ti, y que las cosas que pensabas que fluirían solas vayan saliendo de mal en peor. Pero no me parece que nada de esto justifique lo que está haciendo. Está muy por debajo de su nivel, y lo peor es que a veces me da la sensación de que le da igual, y muchas personas corroboran mi pensamiento. Me duele pensar que ya no le importen tanto las carreras. Me duele pensar que ahora le importe más el sueldo. No me produce ningún trauma que cobre mucho o poco, pero quiero verle volver. Volver a ser el piloto que me enamoró en 2004 y al que ya no veo por ningún sitio. El piloto que en 2005 cometió un solo error en toda la temporada, y lloró el día que lo cometió. El piloto que es el mejor de la parrilla, que incluso con un coche inferior es capaz de ganar carreras, que desafió el reinado de Schumacher en las pistas y en mi corazón. No quiero verle más cometiendo errores, conduciendo por debajo de su nivel, ganando gracias a las órdenes de equipo o haciendo declaraciones absurdas.

Voy a seguir siendo alonsista. Porque, quizás sea una idiota, pero aún confío en él. En que vendrán tiempos mejores. Y en que Fernando y sus fans volveremos a llorar de felicidad. Porque todos los grandes han tenido algún año malo, ¿no?

Voy a dejar el link a un vídeo que no sé si habréis visto, pero a mí personalmente me encantó cuando lo ví, de hecho me hizo llorar, y hoy quise recordarlo. Vale la pena.

http://vimeo.com/10199191

¿Quién ganará?

Para los que de vez en cuando os pasáis por aquí, por favor votad en la encuesta que he puesto en el blog sobre quién ganará el Mundial de Pilotos este año, me gustaría mucho conocer la opinión de varias personas. Un consejo: no votéis con el corazón, la pregunta no es quién os gustaría que ganase sino quien pensais realmente que tiene más opciones. Yo he votado por Hamilton, ya que lo veo muy fuerte este año, aunque creo que Webber también tiene muchas posibilidades, sobre todo porque el Red Bull va a ser muy competitivo en casi todos los circuitos que quedan, y no descarto para nada a los demás. Si alguien quiere hacer público su voto, puede dejar un comentario en esta entrada diciendo a quién ha votado, y porqué.

domingo, 29 de agosto de 2010

Jóvenes y maduritos en el infierno verde.

Creo que éramos muchas personas las que esperábamos con ansia casi enfermiza a que llegara este fin de semana. Después del eterno parón veraniego, por fin volvía la emoción de la F1, y lo hacía en Spa, mi circuito favorito (y el de muchos pilotos) y con el Mundial tremendamente apretado. El Gran Premio prometía, y no decepcionó... con un clima cambiante, nos proporcionó una buena dosis de emoción.

Mark Webber, que acababa de cumplir años, marcó la pole en una de las sesiones de sábado más emocionantes de la temporada. Pero hoy no pudo transformarla en victoria, en una carrera también trepidante. El australiano se quedó clavado en la salida, y Hamilton aprovechó para hacerse con una primera posición que ya nadie le pudo arrebatar. Hubo momentos de tensión, lluvia, seco, salidas de pista, pero el inglés logró mantenerse ahí y tras un carrerón espectacular se proclamó vencedor, demostrando que es, quizás junto con Webber, el piloto más en forma de la F1 actual y el que más posibilidades tiene de llevarse el título. Mark también hizo una buena carrera y acabó segundo, tras adelantar a Kubica en un error del polaco al parar en boxes. Qué bien va el Renault... y qué carrerón de Robert. Merecidísima tercera posición. Cuarto fue Felipe Massa que, todo hay que decirlo, ha sido el que ha salvado un poco a Ferrari en esta carrera. Quinto Sutil, muy bien en lluvia como siempre, y sorprendente su Force India. El resto de posiciones de puntos fueron para los Mercedes de Rosberg y Schumacher, el Sauber de Kobayashi, el otro Renault de Petrov y el otro Force India de Luizzi, al ser penalizado Jaime Alguersuari de forma un poco incomprensible, perdiendo así su punto. A pesar de todo, buena carrera del joven catalán, y también de Pedro de la Rosa, que acabó casi en los puntos saliendo último. De los Hispania, Senna duró pocas vueltas y Yamamoto terminó en vigésima posición.

Hoy ha habido básicamente tres perdedores: Jenson Button, Sebastian Vettel y Fernando Alonso. Los dos primeros se tocaron mientras luchaban en la pista, Button quedó directamente eliminado y Vettel pudo seguir aunque seguramente hubiera preferido abandonar, ya que la carrera se convirtió para él en un infierno: un drive trough, un pinchazo... La carrera de Fernando también fue horrible. Cometió un grave error al optar el sábado por un set up de mojado, lo que le relegó a salir décimo. La salida fue buena, adelantando algunas posiciones, pero en un momento de incertidumbre por culpa de unas gotas que provocaron que todos se salieran de la pista y hubiera una especie de montonera, Fernando fue golpeado por Barrichello. Luego no tomó las decisiones adecuadas en cuanto en neumáticos, y cuando al final de la carrera parecía que podía conseguir unos pocos puntos cometió un error de pilotaje y tuvo un accidente. Y se acabó la carrera, y buena parte de las opciones de Fernando de ganar el Mundial, que empieza a ser cosa de dos... un joven británico y un ya casi madurito australiano.

domingo, 1 de agosto de 2010

Red Bull te da alaas...


A las estadísticas hay que hacerles caso. Sí, es verdad que en Hungría es prácticamente imposible adelantar. Pero si las estadísticas dicen que en el Hungaroring la pole no garantiza para nada la victoria, por algo será. Quizás sea por el mismo motivo por el que unos cuantos locos amamos este deporte: porque la F1, señores y señoras, es imprevisible. Y todo está tan, tan perfectamente calculado que cualquier pequeño detalle rompe el equilibrio y cambia todo. En el caso de hoy, fue un trozo de alerón en la pista. Sale el Safety Car, todos a boxes y se lía parda. Hasta ese momento clave de la carrera, las cosas estaban así: Sebastian Vettel conservaba la primera posición que había conseguido el sábado, y Fernando Alonso había adelantado a Webber en la salida y estaba segundo con el australiano respirándole en la nuca. Cuando salió el Safety, la mayoría de los pilotos optaron por la estrategia lógica de aprovechar para hacer su parada. En el pit lane se armó un verdadero desastre. Nico Rosberg perdió una rueda que rodó a su bola por los boxes y apunto estuvo de cargarse a algún mecánico, y a Robert Kubica le inidicaron mal el momento de salir de hacer su parada a la calle de boxes y tuvo un aparatoso choque con Adrian Sutil allí mismo (Mercedes y Renault ya han sido sancionados por sus imprudencias). Parecía que el principal perjudicado de toda esta jugada sería Webber, pues no había entrado en boxes y se mantenía en la pista, ahora en primera posición. Pero parecía evidente que, cuando entrara, saldría muy atrás. Nada más lejos de la realidad. ¿Porqué? Pues por la sencilla razón de que Mark empezó a encadenar un montón de vueltas increíbles, una detrás de otra, con los mismos neumáticos blandos que llevaba desde el principio de la carrera. Es cierto que hoy los Red Bull estaban en otra dimensión, pero no fue sólo el coche. Mark también colaboró para obrar el milagro y transformar una carrera que parecía perdida en su cuarta victoria del año (casi nada...), que le coloca como líder del Mundial de Pilotos. Normal que al australiano en el podium se le cruzaran los cables y aprovechara las alas que le da su Red Bull para hacer un salto/vuelo con cara de loco felizón incluida (véase foto). Si Webber fue la cara de la moneda, su compañero Vettel fue la cruz. Cometió una infracción absurda: cuando se iba a marchar el Safety Car, se quedó a más de la distancia máxima permitida de Mark, que estaba justo delante de él. Todavía no entiendo muy bien porqué lo hizo, ¿trataba de frenar a Fernando para que Mark se marchara? El tema es que la tontería le costó un drive trough, perder la posición con Fernando, quedarse tercero y una tremenda pataleta al más puro estilo niño pequeño. Seb estaba enfadado, y no sólo por haber perdido esta victoria fácil. Estaba enfadado porque, por una cosa u otra, no acaba de transformar sus poles en victorias, y poco a poco se va ganando esa etiqueta de piloto de sábado que supongo que a ningún gran piloto le gustará tener... el sábado no se reparten puntos. Uno que es un pedazo de piloto de domingo es Fernando. Si Mark hizo un carrerón, el suyo tampoco se quedó atrás. Consiguió terminar segundo, saliendo muy bien otra vez y aguantado las embestidas del Red Bull de Vettel, infinitamente más rápido que el Ferrari, durante muchísimas vueltas. Después de lo que tuvo que soportar tras la carrera de Alemania, Fernando ha hablado en la pista y ha demostrado que es un pilotazo, que es el número uno de Ferrari y que siempre cumple su palabra: dijo que en estas dos carreras recortaría un buen puñado de puntos, y lo ha hecho. Ya está plenamente metido en la lucha por el título. Su compañero Massa tampoco lo hizo del todo mal, y de vuelta en el lugar de su accidente consiguió un meritorio cuarto puesto. Detrás de él entraron dos jovencitos que, en esta pista de estilo karting, han sorprendido a todos: Petrov (que ha hecho el fin de semana de su vida, incluso ganó el sábado a Kubica) y Hulkenberg. El séptimo clasificado ha sido, para gran alegría de todos los españoles, nuestro Pedro de la Rosa. Por fin, por fin ha tenido un fin de semana sin problemas, en el que todo ha ido perfecto, y ha sumado unos puntos para su casillero. Grande Pedro. Octavo fue Button. Estuvo desaparecido todo el fin de semana, y Hamilton tuvo que abandonar. Un desastre de Gran Premio para McLaren, que pierde el liderato en el Campeonato de Constructores en favor de Red Bull. Los últimos puntos se los llevaron Kobayashi (gran carrera para Sauber) y Barrichello, que ha protagonizado con Shumacher la anécdota más fea de la carrera. El Kaiser tenía la décima posición, la última con derecho a puntos, y el piloto brasileño se le acercaba por detrás muy rápidamente gracias a que acababa de parar en boxes para poner los neumáticos blandos. Rubinho se pegó a Michael y, tras varios intentos, le dió el hachazo definitivo en la recta de meta. La respuesta de Schumi fue empujar a Rubens contra el muro, sin dejarle ningún tipo de espacio, en una maniobra feísima que pudo haber tenido como consecuencia un accidente grave. Finalmente, el brasileño consiguió el punto y el alemán se llevó una sanción de diez posiciones de penalización en la parrilla de salida de la próxima carrera. El que no tuvo nada de suerte fue Jaime Alguersuari, que tuvo que abandonar nada más empezar la carrera por problemas en su coche. Los Hispania, Senna y Yamamoto, acabaron la carrera, eso sí, a 3 y 4 vueltas del líder respectivamente.


Tras esta carrera, el Campeonato está tremendamente apretado entre 5 pilotos: Webber, Hamilton, Vettel, Button y Alonso. Ahora viene al parón veraniego, que seguro que todos aprovecharán para coger fuerzas y motivación para lo que queda. ¿Váis a perdéroslo? Yo, desde luego, no.