lunes, 10 de octubre de 2011

Dos Sebdeditos.



Ayer en Japón, después de terminar tercero y sentenciar matemáticamente el Mundial, Sebastian Vettel hizo su gesto habitual de levantar el dedo... pero lo hizo con las dos manos. Porque Baby Schumi, señoras y señores, ya es Bicampeón. Es un simple dato anecdótico que le haya quitado otro récord de precocidad a Fernando, lo que no es anecdótico ni de poca importancia es la forma en que Sebastian ha ganado este Campeonato. Machacando a todos sus rivales, sin darles un respiro, sobre todo los sábados. Y, muy especialmente, a su compañero de equipo. El año pasado, Mark Webber fue el principal aspirante al título durante gran parte de la temporada, y Vettel no fue líder hasta que, ayudado por un garrafal error estratégico de Ferrari, se proclamó Campeón en la última carrera. Este año, todo ha sido tremendamente diferente. Tal vez haya sido una cuestión de adaptación a los neumáticos, tal vez hayan influido mucho los problemas del australiano en las salidas... Podríamos aventurar muchos motivos por los que este año Vettel ha aplastado a Webber, pero tal vez sea simplemente que Seb ha hecho una temporada brillante. Sí, el coche es un pepino. Eso nadie lo pone en duda. Pero todavía no conozco a ningún piloto que haya ganado el Mundial con un coche malo. No siempre gana el mejor coche, pero sí uno de los dos o tres mejores. Ni Alonso, ni Schumacher, ni siquiera Ayrton Senna habrían ganado lo que ganaron sin la ayuda de un gran monoplaza. Así que dejémonos de chorradas y no le quitemos méritos a Sebastian. En lugar de eso, quitémonos el sombrero ante un piloto que fabrica vueltas de calificación perfectas como churros, que no ha cometido errores en carrera y que ha sabido siempre mantener un ritmo superior al de cualquier rival. Y, si después de todo esto, todavía a alguien le quedan dudas, que mire los números. Que mire los puntos que le lleva Vettel a un pedazo de piloto como es Webber. Y quien después de eso siga quitándole méritos a Seb, simplemente es demasiado fanático para ver las cosas como son.

Otro piloto que salió muy contento de Japón fue Jenson Button. El británico ganó la carrera gracias a un pilotaje excepcional, una vez más combinando una gran gestión de los neumáticos con un ritmo demoledor. Creo que si ha habido un piloto que de verdad ha sorprendido esta temporada, ese ha sido Jenson. No es que pensáramos que fuera malo, ni mucho menos, pero la inmensa mayoría de aficionados creíamos que Hamilton le mojaría la oreja. Pero, en vez de eso, mientras Hamilton se dedica a buscar a Massa para chocar contra él y jorobarle todas las carreras, Jenson se mantiene regularmente en el podio, gana carreras compitiendo de tú a tú con Vettel y camina con paso firme hacia el subcampeonato. McLaren ya se ha asegurado de atarlo para el futuro, y eso cierra la puerta (en principio) a la posibilidad, más que tentadora, de un equipo Ferrari con Fernando Alonso y Jenson Button. Si yo fuera directiva de la Scuderia (algo que no soy ni seré nunca, por suerte para el mundo) me habría asegurado de firmar a Jenson y preparar este equipo para ganar el Mundial de Constructores. Por supuesto, respeto la decisión de continuar con Felipe, pero como supongo que a no tardar mucho lo combiarán por otro piloto (a no ser que nos sorprenda el año que viene, nunca se sabe, sorpresas te da la vida), me gustaría que eligieran un piloto que tenga calidad para aportar y, de paso, presione un poco a Fernando. Si Lewis recupera la cordura (Dios, por favor, que Lewis recupere la cordura), podría ser una opción.

El podio lo completó Fernando, y poco se puede decir de él que no se haya dicho ya. Su temporada está siendo buenísima, siempre por encima de su coche, basta ver la comparación con Felipe para comprender hasta que nivel se esta esforzando Alonso, hasta que límites está explotando su talento. Su carrera fue perfecta, aguantó a Vettel de una manera increíble, y terminó por delante de muchos coches mejores que el suyo, a pesar de que no tuvo un buen sábado. Verle pilotar así de bien pero darse cuenta de lo que limita su progresión ese coche es bastante frustrante pero, por otro lado, este año es una experiencia más como piloto de primer nivel, se aprende más del hambre que de la abundancia, seguro que la temporada le ha servido para aprender muchas cosas y prepararse para lo que esperemos que sea un gran duelo con Sebastian el año que viene.

Cuarto terminó Webber, que aunque esta vez no perdió posiciones en la salida, tampoco pudo progresar mucho en carrera después de un sábado penoso. Quinto fue Hamilton, que volvió a hacer de las suyas, ya no voy a comentar nada más sobre sus tonterías, está todo dicho. Se le ha ido la pinza de forma exagerada y, o alguien lo para, o vamos a tener una desgracia. Me da mucha pena ver al que probablemente sea el piloto más rápido de la parrilla arrastrándose por los circuitos, sin poder acercarse a su compañero o a sus rivales más inmediatos, y llevándose por delante a todo lo que se interpone un su camino (que, curiosamente, suele ser Massa).

Sexto terminó Schumacher, que hizo una buena carrera estratégicamente y terminó por delante de su compañero, aunque en este caso sin demasiado mérito porque Nico arrancó último después de no poder salir a pista en la Q1. Séptimo fue Massa, que calificó por delante de Alonso pero en carrera, además de no tener el ritmo de su compañero, volvió a encontrarse con los problemas de siempre que ya cansa repetir (mala suerte, Hamilton demente...). Octavo fue un espectacular Sergio Pérez, que volvió a sacar ventaja de su capacidad (y la del Sauber) para conservar los neumáticos en una carrera de alta degradación. Menos mal que estaba de gripe y con fiebre. Noveno fue Petrov (un buen resultado para el de Lotus Renault) y décimo Rosberg, que a pesar de todo consiguió arañar un meritorio puntito.

Alguersuari tuvo un Gran Premio discreto, tanto el sábado como el domingo, y terminó 15º. Pero tuvo la suerte de que el único abandono de la carrera lo protagonizó su compañero Buemi, con lo que el español, a pesar de su floja carrera, quedó por delante de él y el suizo no pudo recortarle puntos en la general. Los Hispania terminaron 22º (Ricciardo, que ya le tiene tomada la medida a su compañero) y 23º (Luizzi).

Tal vez no fuera la carrera con más adelantamientos e incidentes de la temporada, pero no fue ni mucho menos aburrida. Fue una preciosa carrera estratégica en un circuito mítico que evoca recuerdos de épocas pasadas. Al menos una consecuencia interesante se derivó del choque entre Hamilton y Massa, las piezas en la pista provocaron la salida del Safety Car y un reagrupamiento del pelotón que le dio si cabe un poquito más de emoción a la prueba.

1 comentario: