domingo, 31 de julio de 2011

A río revuelto, ganancia de Jenson.




Después de acudir a un Gran Premio, se produce (o al menos a mí me sucede) un fenómeno bastante desagradable, que consiste en que las dos o tres carreras siguientes, que tengo que ver por la tele, me saben a muy poco por muy buenas que sean, porque inevitablemente las comparo con lo vivido ese fin de semana tan especial y las comparaciones, como todo el mundo sabe, son odiosas. Pero el increíble Gran Premio de Hungría casi ha conseguido que no sintiera para nada ese fenómeno o, al menos, no en la medida en que lo sentí el año pasado.

La carrera en el Hungaroring ha sido apasionante. Una vez más, el clima excesivamente frío y lluvioso que hay este verano en Europa jugó a favor del espectáculo. Este era un Gran Premio especial para muchos, por ejemplo, Fernando Alonso cumplía aquí 30 años y 30 carreras con Ferrari, Jenson Button cumplía 200 GP, Nico Rosberg 100, Toro Rosso otros 100, los 25 años del circuito... Además, este circuito nos trae a los aficionados muchos recuerdos. Algunos positivos, como esa carrera apasionante de 2006 que empezó con una remontada imposible de Fernando Alonso bajo la lluvia (en mi opinión, su mejor carrera, aunque acabó mal por cualpa de una tuerca mal ajustada) y acabó con la primera victoria de Button y el único podium de su vida para Pedro Martínez de la Rosa. Otros son muy negativos, como el accidente de Felipe Massa en 2009 que nos tuvo a todos con el corazón en un puño mientras su vida pendía de un hilo. Con todos estos datos y antecedentes, la carrera prometía emoción, a pesar de tratarse de un circuito poco propicio para adelantar (incluso con KERS y DRS) y de que no había previsión de lluvia para el domingo.

Previsión que, para variar, no se cumplió. La lluvia hizo acto de presencia antes del inicio de la carrera, obligando a todos a salir con los neumáticos intermedios. En la pole volvía a estar, tras un par de carreras sin ocupar su posición habitual, Sebastian Vettel. A pesar de su sospechosa mano vendada y de los rumores que indicaban que se estaba sintiendo la presión, el sábado Seb había vuelto a demostrar por qué lidera el Mundial con esa ventaja. A su lado partía Hamilton, ganador del pasado Gran Premio, y detrás de ellos Button y (sorprendentemente, por primera vez en mucho tiempo) Massa por delante de Alonso. La distancia entre los dos Ferrari en calificación fue muy poca, pero suficiente para levantar un poco la moral de Felipe, después de muchísimas carreras calificando por detrás de su compañero. Detrás salía Webber, muy rezagado con respecto a Vettel, y dando un paso atrás importante después de sus últimas poles. Hay que decir en su defensa que tuvo problemas con su coche. En la salida, Alonso se veía superado por los dos Mercedes de Rosberg y Schumacher, a los que adelantó poco después, aunque no tardaría en salirse de pista y regalarle de nuevo la posición a Nico. No era el único Ferrari con problemas para mantenerse en pista, ya que Massa sufría un golpe contra las barreras que, aunque mutiló la parte trasera de su monoplaza, no le impidió continuar en pista. Cuando Fernando recuperó por fin la posición con Rosberg de nuevo, en la vuelta 9, los de delante se habían alejado bastante.

La pista empezó a secarse rápidamente al no caer más lluvia, y los pilotos pararon en boxes para poner neumáticos de seco. Al ser una carrera en mojado, no había obligación de poner los compuestos más blandos (los superblandos en esta carrera) y los más duros (los blandos en este caso), ofreciendo la posibilidad de elegir estrategias muy diversas. Después de la primera parada en boxes, la situación de carrera era: Hamilton, Button, Vettel, Webber, Alonso. Durante esta primera parte de la carrera, hubo adelantamientos, coches que se salían de pista e incidentes, el más espectacular el incendio en el coche de Heidfeld. No es la primera vez que le sucede algo así al Lotus Renault y, si su coche además de no correr no es seguro, deberían revisarlo bien a fondo. Error de seguridad también no sacar un Safety Car en una situación tan peligrosa, con un coche en llamas justo en la salida del pit lane. Mientras tanto, los pilotos hacían una nueva parada, los de delante manteniendo posiciones. Unas vueltas después, Hamilton cometería una imprudencia que le costaría cara. Hizo un trompo y, por miedo a perder el liderato, estuvo a punto de llevarse por delante a un Force India en su intento de darse la vuelta rápidamente. Esto le costaría un drive trough que, de todas formas, no sería lo único que le haría perder la carrera. La lluvia volvió a caer ligeramente mientras los pilotos volvían a parar en boxes. Fernando paró muy pronto a cambiar el juego de superblandos, que parece ser que estaba defectuoso, por uno de blandos. Pero la entrada en boxes más sorprendente tendría lugar unas vueltas después. La fina lluvia se mantenía, y el líder Hamilton paraba a poner neumáticos intermedios. Decisión inexplicable para alguien que va primero. Sé que es fácil decirlo desde fuera y cuando ya ha terminado la carrera, pero la estrategia de Lewis fue un claro error. Otro error, pero este de pilotaje, lo cometió Fernando, impidiéndole cualquier posibilidad de acercarse a la segunda posición de Vettel. Mientras tanto, Jenson, despojado de la presión de su compañero de equipo, con el que había estado luchando cuerpo a cuerpo hasta la parada para poner intermedios, caminaba con paso firme hacia la victoria.

En las últimas vueltas, la emoción la pusieron sobre todo un grupo grande de pilotos (Jaime entre ellos) luchando por los últimos puntos y Hamilton y Webber luchando por la cuarta posición, que finalmente se quedaría el inglés. En cuanto a Alguersuari, tuvo la mala suerte de chocar con Kobayashi y perder la posibilidad de terminar octavo, logro que le correspondería a su compañero Buemi. Al menos, Jaime consiguió quedar décimo y llevarse el último punto. La carrera ya no dió más de sí, y terminó con una increíble victoria para Jenson Button en su GP número 200, seguido de Vettel, que mantiene sin problemas su ventaja en el Campeonato, y de Fernando que, aunque no hizo su mejor carrera ni mucho menos (calificó por detrás de Massa, perdió posiciones en la primera vuelta, tuvo varias salidas de pista, le falto ritmo en muchos tramos de la prueba...) consiguió arañar su cuarto podium consecutivo. Detrás de Hamilton y Webber entró Massa seguido de Di Resta, que consiguió una espectacular séptima posición con su Force India. Octavo fue Buemi, noveno Rosberg y décimo Alguersuari. Los dos Hispania terminaron la carrera. Luizzi lo hizo en 20º lugar pero lo increíble fue lo de Daniel, que terminó 18º... doblando a D'Ambrosio y al propio Vitantonio.

En resumen, una gran carrera antes del inevitable parón veraniego. Incidentes, adelantamientos, meteorología cambiante, un coche ardiendo... y un tal Jenson volviendo a pescar, 5 años después, en río revuelto.

viernes, 29 de julio de 2011

Felicidades, Fernando :)


El tiempo pasa volando, y ya tienes 30 tacos. Sigues siendo muy joven, pero parece que fue ayer cuando eras el más joven de la parrilla y luchabas carrera a carrera por subirte a podium. A veces acababa mal, otras bien. En 2003 ganaste por primera vez, siendo poco más que un niño. En 2005 fuiste Campeón del Mundo, cumpliste tu sueño, y según dices ese sigue siendo tu mejor recuerdo. Es lógico, tuvo que ser un día de lo más especial. Y en 2006 volviste a hacernos soñar. A partir de ahí, las cosas cambiaron un poco. Empezaron a surgir nuevos aficionados de debajo de las piedras, y los españoles seguidores de la F1 pasamos de ser cuatro frikis a una multitud. Algunos de los que se unieron siguen siendo fans tan estupendos como los que llevábamos algo más de tiempo, otros te abandonaron cuando pasó el "boom". Están en su derecho, pero no los considero verdaderos fans. Los verdaderos fans vamos a estar siempre a tu lado, en los buenos momentos y en los malos, luchando por victorias o por entrar en la Q3, por lo que te permita el coche que tengas en cada momento. Sabemos que siempre lo das todo y eso es lo importante, y los que entendemos algo de este deporte nos damos cuenta de que es imposible ganar siempre, de que la F1 se basa en ciclos y que a veces toca estar arriba y a veces abajo. Alguna vez nos enfadamos contigo o nos parece que no lo das todo, pero todos nos enfadamos alguna vez con las personas que queremos, es algo humano. Pero en el fondo nunca, nunca vas a caminar solo. Cuando surgió el "boom" del alonsismo, también surgió el antialonsismo, o como se llame. Es decir, una serie de personas cuyo único objetivo en la vida es criticar todo lo que haces, dices o incluso la ropa que llevas. No les hagas caso (vale, ya o se lo haces, lo sé). La envidia siempre ha sido el deporte nacional en España y, bueno, en el resto del mundo. Hay quien tiene una vida tan triste que necesita consolarse criticando a gente que no conoce de nada. Si eso les hace felices... En fin, que espero que pases un día fantástico con tu familia, tus amigos, tu equipo. Y que no te olvides de las personas que, sin que tú nos conozcas, te admiramos y te queremos y nos preocupamos por ti. Felicidades, y a seguir ganando.

jueves, 28 de julio de 2011

Mi fin de semana en Nürburgring.



Increíble. Espectacular. Mágico. Así fue mi fin de semana en el Gran Premio de Alemania, en el mítico Nürburgring. La carrera estuvo a la altura del genial escenario en el que se disputaba y fue una de las mejores de los últimos tiempos. Pero empecemos por el principio.

A diferencia de lo que hicimos el año pasado cuando fuimos a Silverstone, este año decidimos tomárnoslo con calma y volar el jueves para poder aprovechar al máximo el fin de semana. Ese mismo día ya nos acercamos al circuito, aunque era tarde y se había terminado todo, para dar una primera vuelta por sus alrededores y conocer el camino desde el hotel hasta el mismo. Había ya muchísimo ambiente de carreras, el lugar tenía un aspecto estupendo y no podía esperar para empezar a ver rodar a los coches. Y hacía una temperatura bastante agradable, aunque en ese momento yo no tenía ni idea de que sería la primera y última vez que pasaría calor en todo el fin de semana.

El viernes madrugamos y a las 7 de la mañana salimos hacia el circuito. En cuanto llegamos, lo primero que hicimos fue ir a la zona comercial para hacernos con una tarjeta del Nürburgring (imprescindible para poder comprar cualquier cosa en el circuito) y tomar un café para desayunar y quitarnos totalmente el sueño. Luego dimos una vuelta por ese lugar para pasar el rato hasta que empezaran las carreras. Es un sitio muy agradable, un edificio enorme donde puedes encontrar un montón de tiendas de los distintos equipos en las que comprar todo tipo de productos oficiales. Además, haía un par de zonas, una del Santander y otra de Pirelli, en las que regalaban cosas (pósters, pulseras…) y que organizaban actividades como un simulador de F1 o la oportunidad de participar en un cambio de ruedas. También había un monoplaza de Mercedes, eso sí, se podía mirar pero no tocar, y estaba bien custodiado por un guardaespaldas con cara de pocos amigos.

Además de la F1, se celebraban otras competiciones de lo más interesantes: la GP2, la GP3 y la Porsche Mobil 1 Supercup. Cuando se acercaba la hora de la primera sesión del día, que eran los primeros libres de la GP3, dejamos el agradable edificio de la zona comercial y salimos en busca de nuestra grada, la 12A. Pensábamos que encontrarla iba a ser fácil, pero se convirtió en una auténtica odisea. Estábamos bastante perdidos, así que nos acercamos a una entrada que resultó ser la del paddock, y les preguntamos a los vigilantes la manera de llegar a nuestra grada. Como nuestro nivel de alemán es nulo, nos entendimos regular y, aunque estábamos bastante cerca de nuestra grada (a menos de media hora andando tranquilamente), acabamos dando la vuelta entera al circuito por el otro lado, o sea, un paseo bastante considerable. Tanto que, cuando llegamos, ya se habían acabado los libres de la GP3. Como no somos gente malpensada, preferimos creer que nos entendimos mal con los vigilante y no que nos mandaran adrede por ese camino para burlarse de nosotros (o porque les pareció que necesitábamos bajar unos kilitos de peso). Nos perdimos la GP3, pero por suerte llegamos a tiempo para ver los primeros libres de F1. Fue increíble volver a ver los monoplazas, a escuchar sus motores rugiendo al pasar a toda velocidad por la recta, ver su espectacular frenada y su forma de pasar la chicane. Algunos de ellos tenían que hacerla por la escapatoria, porque la frenada es brutal, durísima. Fue uno de los momentos más increíbles, volver a ver los coches rodando en vivo después de tanto tiempo. No existe nada más en el mundo, solamente con mirarlos tu corazón late más deprisa. Van a toda velocidad por la recta, parece imposible que puedan frenar a tiempo y hacer bien la chicane, pero lo hacen. Y el siguiente lo hace también, y el siguiente. Y, según pasas, los vas reconociendo. Ahí va Alonso, Hamilton, Di Resta, Ricciardo. El que sea. Poco te importa en ese momento su nacionalidad, o si te cae mejor o peor. Ves su forma de controlar esas máquinas infernales y sientes una oleada de admiración hacia todos ellos. Nuestra grada no es de las más caras, pero está ubicada en un buen lugar, ves toda la recta y la chicane, ves adelantamientos, y fijándote bien ves a lo lejos qué coches entran en el box y cuáles siguen hacia la línea de meta. Hay una pantalla bastante cerca y, con unos prismáticos, se puede leer bien cómo van las posiciones. Entre observar los monoplazas y mirar de vez en cuando la pantalla se nos pasó volando la sesión. Empecé a sacar algunas fotos, pero al minuto de encenderla la cámara se quedó sin batería, aunque yo creía estar segura de haberla cargado. Entre eso y la caminata que nos habíamos pegado a lo tonto podría ser suficiente para cabrearme un poco, pero ni se me pasó por la cabeza. En ese momento me sentía de lo más feliz, y sentía que nada podía molestarme. Solamente pensaba en disfrutar del momento.

Después de los libres de F1, vimos los de la GP2, en la que también corre un piloto español, Dani Clos. Y, para ver los libres 2 de F1, salimos de nuestra grada para ver si nos dejaban entrar en otra distinta por ser viernes, como en Silverstone. Nos dejaron, y cogimos un sitio en la grada 14, junto a la última curva. La grada estaba totalmente llena de gente y con razón, porque es una de las mejores del circuito. Los coches se ven muy bien, tremendamente cerca, es un lugar estupendo para sacar fotos, pero como no tenía batería en la cámara me quedé con las ganas y me limité a observarlos y a escucharlos. Al verlos desde una perspectiva tan diferente, era como si fuera de nuevo la primera vez que los veía, y una vez más se me aceleró el corazón. Webber lideró esta sesión (la primera la había liderado Fernando), pero el resultado fue lo de menos. Me fijé poco en las clasificaciones, me dediqué exclusivamente a contemplar los monoplazas y disfrutar de ellos. Ya habría tiempo para la competición los dos próximos días. Cuando terminó la sesión, vimos la calificación de la GP2, los segundos libres de GP3 y los libres de la Porsche. No había mucho descanso entre unas sesiones y otras, por lo que nuestra comida se limitaba a comprar algo en los puestos que había repartidos por el circuito y comerlo en la grada. En bebidas tenían algo de variedad, pero la elección de comida se limitaba a una salchicha con pan o una salchicha cortada en trocitos con patatas fritas. No me quejo, no voy al circuito a comer de lujo sino a ver carreras. Aprovechando que nos dejaban entrar en las distintas gradas, mientras se disputaban todas estas competiciones probamos la tribuna de la recta de meta, la de la primera curva y la tribuna Mercedes, una construcción muy espectacular con el logo de la marca coronándola. La de la primera curva, junto con la 14, se quedan como mis favoritas. Difícil elegir entre ellas. En la 14 se ven los coches algo más cerca, pero desde la de la primera curva se ve una cantidad enorme de circuito.

Cuando se terminaron todas las competiciones del programa, decidimos que era hora de volver al hotel para descansar. A lo largo del día, el frío había pasado de moderado a insoportable rápidamente, llegando a cortarme la circulación en las manos. No me esperaba semejantes temperaturas en verano, y mi ropa no era muy propia para la ocasión. Pero, como en ese momento no me importaba nada (me sentía feliz como una perdiz), aguanté el frío esperando que las temperaturas subieran un poco los siguientes días.

El sábado volvimos a madrugar para estar pronto en el circuito y no pillar un atasco para entrar. Como el resto de días, aparcamos nuestro coche de alquiler en uno de los muchos parkings gratuitos del circuito. Fuimos tan temprano que no había ni un alma en la carretera, eso sí, nos adelantó un Ferrari rojo precioso que luego aparcó cerca de nosotros (eso sí, en uno de los parkings de pago), circunstancia que aproveché para hacerle unas fotos cuando no estaba el dueño por los alrededores. Volvimos a tomar un café en la zona comercial, y dimos una vuelta por las tiendas que iban abriendo. Esas tiendas son un peligro para cualquier friki de la F1, acabé comprando un montón de cosas, entre ellas un llavero del casco de Hamilton y una camiseta de Ferrari.

La primera competición del sábado fue la calificación de la GP3, seguida de los libres 3 de F1. Pensábamos que nos dejaran entrar en la grada 14, porque en Silverstone el único día que tenías que ir a tu grada era el domingo, pero no nos dejaron y tuvimos que volver a la nuestra. Esta vez sí tenía la cámara con batería, y pude hacer algunas fotos bastante buenas de los coches en la chicane, y también un par de ellas en la recta, aunque esas son más complicadas de hacer. Las que más me gustan son en las que salen varios coches en la misma foto, pasando cada uno por un punto de la chicane. En algunas salen incluso tres coches bastante juntitos. Esta sesión la lideró Vettel y, cuando terminó, vimos la calificación de la Porsche. Luego, llegó uno de los momentos más emocionantes, la calificación de la F1. Estaba demasiado atenta a la competición, así que hice solamente un par de fotos más y me concentré en deleitarme con los pilotos yendo al límite, en busca de un buen sitio en la parrilla del domingo. La pole de Webber, viendo lo fuerte que está últimamente los sábados, no fue una sorpresa. Sí lo fue la segunda posición de Hamilton, que llevaba todo el fin de semana sin destacar demasiado. Vettel “solamente” pudo ser tercero, y Alonso fue cuarto. Nos esperábamos algo un poquito mejor, pero no nos importó demasiado porque el fuerte de Fernando es la carrera. Sacamos las banderas de España y de Asturias para apoyar a los nuestros, llamando la atención de los fríos alemanes, que se mantuvieron en un estado bastante vegetal, muy respetuosos con todos, pero sin apenas aplaudir o animar. Por supuesto, respetamos su forma de ser, pero nosotros somos españoles y teníamos frío, así que aplaudimos y animamos con energía.

Pero el sábado no se acabó con el “qualifying”, porque todavía faltaba algo muy importante, las primeras carreras del fin de semana. Fueron la primera carrera de la GP2 y la primera carrera de la GP3. Después de la GP2, como a quedaba muy poca gente en el circuito (relativamente, en comparación con la multitud que había antes), nos dejaron entrar en la grada principal y ver la GP3 desde allí. La lluvia cayó con fuerza, y la carrera fue espectacular. Vimos la salida y el primer paso por la primera curva, y luego, en todas las vueltas, los jóvenes pilotos luchaban y se adelantaban a pesar de las terribles condiciones climatológicas. Cuando se terminó, corrimos hasta la esquina de la grada para ver directamente el podium, y le saqué un par de fotos a la ceremonia. Fue un momento muy bonito. Cuando se acabó, volvimos a visitar la peligrosa zona comercial y nos fuimos al hotel para descansar antes del gran día.

El domingo, para mantener la costumbre, volvimos a madrugar y a llegar temprano al circuito. Tomamos otro café en la zona comercial y aprovechamos para hacer las últimas compras, que se alargaron un poco más de lo esperado, tanto que nos perdimos casi entera la segunda carrera de la GP3, que era el primer evento de la mañana. Tengo que decir en nuestra defensa que el edifico donde están las tiendas no es el único sitio donde hay cosas para comprar. Para llegar a nuestra grada (por el camino más corto) hay que pasar por el pueblo de Nürburg, que está lleno de pequeños puestos donde venden todo tipo de cosas relacionadas con la F1. Y tengo que decir también que no compramos únicamente cosas inútiles, sino que decidimos que ya estábamos hartos de pasar frío y nos compramos unos abrigos oficiales de Schumacher, que estaban bastante baratos. Schumi, te debemos la vida. Yo me hice también con unos guantes de los que ya no me despegué.

Cuando por fin llegamos a la grada, prácticamente se había terminado la GP3, y vimos entera la de la GP2. En la del sábado Dani Clos había terminado séptimo, lo que le permitía salir segundo en esta. Pero la alegría le duró poco, porque se quedó fuera de la carrera al principio de la misma. Después, vimos la carrera de la Porsche y, en cuanto terminó, el Drivers’ Parade. Enseñamos la bandera de Asturias para que la viera Fernando, pero seguramente ni se enterara, porque iba muerto de frío y embutido en su chaqueta. Me parece comprensible, incluso con el abrigo de Schumi y los guantes hacía frío. Hasta Petrov iba de lo más abrigado, y eso que es ruso… Después tuvimos un ratito de descanso hasta que empezara la acción. Aprovechamos para comer algo (unas patatas fritas, nada especial) y no tardó en abrirse el pit lane para que los coches empezaran a desplazarse hacia la parrilla. Aproveché para hacerles las últimas fotos, porque durante la carrera habría demasiada emoción para eso. Hubo unos minutos muy tensos, en los que parecía que la carrera no iba a empezar nunca. Además, había muchas dudas sobre si llovería o no, porque caían unas gotas pero parecía que las nubes no acababan de decidirse. Fue muy tenso pero muy bonito. Mientras no empezaba la carrera, eché un vistazo a los que teníamos sentados alrededor. La mayoría eran alemanes, pero teníamos al lado a una pareja de ingleses muy simpáticos que animaban a muerte a Button y bastante a Hamilton (aunque no tanto como a Button). Y, por fin, llegaron las dos de la tarde. Los coches dieron la vuelta de formación. Se colocaron en la parrilla. Se encendió el semáforo. Se apagó. Y empezó la carrera. Las vueltas se sucedieron rápidamente, los veía pasar por delante de mí y poco después ya estaban pasando otra vez. Como era de esperar, Webber salió mal y Hamilton lo adelantó. Alonso pasó a Vettel, luego cometió un error y perdió la posición, pero más tarde la volvió a recuperar. La carrera fue preciosa. Como estábamos en una zona de adelantamientos, veíamos un montón de ellos delante de nuestras narices. Pero la pista no es tan ancha, y daba la sensación de que alguno de esos adelantamientos acabaría saliendo mal. Y así fue. Delante de nuestra grada, Heidfeld se salió al intentar adelantar a Buemi y tuvo un espectacular accidente. Fue un momentazo. Rescaté la cámara para sacar un par de fotos de la grúa llevándose el maltrecho Renault del alemán. Otro momento destacable fue el abandono de Button, que entristeció a nuestros amigos ingleses, aunque acabarían consolándose con la victoria de Lewis. Durante la carrera hubo dos duelos preciosos, uno por la victoria entre Lewis, Fernando y Mark y otro por el cuarto puesto entre Massa y Vettel. Los tres primeros se mantuvieron en distancias muy cortas, luchando en la pista y en los boxes. Massa y Vettel estaban sencillamente pagados, el coche del alemán era una prolongación del del brasileño. Fue precioso verlos pasar vuelta a vuelta por la recta y la chicane, ver a Vettel intentándolo una y otra vez y a Felipe cerrándole todas las puertas magistralmente. Me fijé bien en ellos, y que yo recuerde Felipe solamente hizo un poco mal la chicane una vez. Fue una roca. Seguramente nunca será un Alonso, pero es un tío duro. Después de ver lo que vi, estoy más convencida de que se le critica injustamente. Y, para injusticia, lo que pasó en la última vuelta, cuando ambos pararon a poner los neumáticos duros y los mecánicos de Ferrari volvieron a cagarla. Recuerdo que solté un taco desagradable de oír, y eso que no soy más de Massa que de Vettel, pero es que después de ver cómo lo había aguantado toda la carrera que acabara detrás me pareció una injusticia muy grande. Mucho. Al final, una victoria magistral de Hamilton. Cuando pasó por delante de mí me puse de pie y le aplaudí casi más que los ingleses. Ese hombre es puro espectáculo, saber hacer disfrutar a un público. Espero volverle a aplaudir muchas veces más. Se había acabado, pero todavía quedaba una imagen curiosa por ver. Mientras aplaudía a Lewis, vi a lo lejos que los coches de Fernando y de Mark estaban parados en medio de la recta, cerca de nuestra grada. Y poco después pasaron por delante de mí, Fernando abrazado al coche de Mark. Ni me acordé de sacar la cámara, me quedé flipando con la escena. Cuando me recuperé del trauma, perdí definitivamente la compostura y me puse a aplaudir y vitorear como si no hubiera un mañana. También aplaudí a Vettel y al pobre Felipe, y a un increíble Sutil, que consiguió cómodamente la sexta posición. Me dejé las manos aplaudiendo a Adrian mientras los alemanes me miraban raro. Total, ya había perdido la compostura, no era plan de recuperarla. Séptimo fue Rosberg y octavo Schumacher. Quizás los Mercedes se esperaban algo más en su Gran Premio de casa, pero al menos puntuaron los dos. Y, lo que es más importante, la chaqueta de Michael me salvó de morir de una hipotermia. Los últimos puntos se los llevaron Kobayashi y Petrov. Jaime fue 12º, no pudo puntuar esta vez. En cuanto a los HRT (que ya no se llaman Hispania, parece ser), Liuzzi abandonó y Ricciardo acabó 19º, por delante de Chandhok, que sustituía a Trulli en el Team Lotus en esta carrera.

Después de ver el podium y la rueda de prensa a través de la pantalla, y de esperar un poco a que se fuera la gente, salimos de la grada, pues ya no teníamos nada que hacer allí. Dimos la última vuelta por la zona comercial mientras caía, retrasado, el aguacero que se preveía para la carrera. Como queríamos esperar a que hubiera algo menos de tráfico para marcharnos (nuestro avión salía el lunes, así que no teníamos prisa) propuse acercarnos a la salida del paddock por si veíamos a algún piloto. Vimos a Kobayashi en coche y a Chandhok, que salía a pie. Aproveché para perdirle que se hiciera una foto conmigo. Se la hizo, muy simpático, y me comentó que tenía prisa porque llegaba tarde a su vuelo. Y, hablando de vuelos, en los nuestros nos encontramos con un par de periodistas de F1. Siempre me ha hecho gracia ver a gente que sale en la tele cogiendo aviones normalitos como un ciudadano cualquiera.

En resumen, fue un fin de semana de carreras apasionante e irrepetible. La carrera en sí fue preciosa, hubo incidentes, adelantamientos, duelos en las primeras posiciones... y lo vi todo muy de cerca.

PD: En breves, fotos.

Fernando en lo más alto.



Por fin. Fernando Alonso ha vuelto a ganar. Tanto tiempo esperando este momento, y ha tenido que llegar en el Gran Premio que, por estar de vacaciones, no he podido seguir en profundidad. Pero no me importa. Aunque haya tenido que verla en un bar a kilómetros de distancia de mi casa, sin poder escuchar los comentarios ni nada, he disfrutado como una niña. Y es que Fernando se lo merecía, Ferrari se lo merecía. Demasiado tiempo de sequía, pero no dejaron de luchar y aquí están los resultados. No puede decirse que haya sido algo inesperado, porque durante todo el fin de semana Fernando se mostró muy fuerte y capaz de competir de tú a tú con los Red Bull. Algunos prefirieron entretenerse con polémicas normas que se hacen y deshacen y se vuelven a hacer, pero esas cosas no deberían empañar un estupendo fin de semana de carreras en un entorno mágico, que tuve el placer de visitar el año pasado. En carrera, en condiciones cambiantes y muy complicadas, Fernando se puso líder gracias a un error en el pit stop de Vettel y a partir de ahí empezó a abrir hueco y se escapó sin problemas para ganar con una ventaja importante sobre Vettel y Webber, que terminaron segundo y tercero, y en este orden porque así se lo indicaron desde su equipo. Las órdenes de equipo están permitidas este año, por lo tanto, no hicieron nada ilegal ni malo, pero demostraron una gran cantidad de hipocresía teniendo en cuenta sus críticas hacia este tipo de acciones el año pasado.

Hamilton terminó en un meritorio cuarto puesto, después de un fin de semana complicado en el que tuvo que salir décimo. Consiguió esta posición tras pelear por ella duramente con Massa, ofreciéndonos un final de carrera apasionante. El brasileño salió perdiendo, pero luchó dignamente contra un rival de lo más complicado para enfrentarse cuerpo a cuerpo.

La sexta posición fue para Rosberg, séptimo un fantástico Sergio Pérez, octavo fue Heidfeld, noveno Schumi y el último puntito se lo llevó Alguersuari, una vez más corriendo estupendamente teniendo en cuenta los límites de su monoplaza. Los dos HRT terminaron la carrera en las últimas posiciones (18º Liuzzi y 19º el debutante Ricciardo, que promete dar mucha guerra en las próximas pruebas).

En definitiva, una carrera espectacular, con incidentes y adelantamientos, como suelen depararnos los circuitos míticos como este. Próxima parada, otro lugar mágico, Nürburgring, y estaré allí para vivirlo.

PD: Mis disculpas por tardar tanto en publicar esta entrada, pero no he estado mucho por casa. En breves, cosillas sobre Alemania.

jueves, 7 de julio de 2011

Cambios en Hispania, y yo me voy al Nürburgring...


En Hispania, además de la incorporación de Ricciardo, hay nuevos propietarios, y la noticia es que están negociando con Javi Villa para que pilote con ellos sustituyendo a Liuzzi. No dudo del talento de Javi, que, además, es de mi tierra, por lo que me alegraría que llegara a la F1. Pero me temo que no está preparado para algo así, cuando lleva años sin subirse a un monoplaza (ahora corre en turismos). Veremos qué pasa.

Por otro lado, puede que no vuelva a escribir en el blog en mucho tiempo, ya que me voy de vacaciones y después al Gran Premio de Alemania en el Nürburgring. Espero vivir una gran carrera allí y poder contarlo por aquí.

domingo, 3 de julio de 2011

Un cumpleaños de campeonato.


Felices 24, Seb. ¿Quién tenía unos números como las tuyos a tu edad? Nadie. Asustas. A seguir creciendo, gigante.

viernes, 1 de julio de 2011

Ricciardo en Hispania.



Recientemente se conoció una noticia que me alegra un montón, que es que Daniel Ricciardo será piloto de Hispania en las carreras que quedan de esta temporada. La verdad es que me moría de ganas de verle correr, porque es un piloto que me encanta y creo que puede llegar a hacer grandes cosas en un futuro. Pero me temía que lo pusieran en el sitio de Jaime, al que también admiro mucho. No me esperaba que fuera a darse esta posibilidad, ver a Daniel en otro equipo y no en uno cualquiera, sino en la escudería española. Me da lástima por Narain, que no estaba haciéndolo mal del todo, pero la verdad es que estoy contentísima con la noticia. Tengo muchas ganas de ver lo que es capaz de hacer, y será un gran aprendizaje para los próximos años, cuando salte a un equipo más importante. Por cierto, hoy es su cumpleaños, 22 añitos. Felicidades por todo.