domingo, 29 de mayo de 2011

Emociones fuertes.



Hacía tiempo que no vivía una carrera con tantas emociones. La verdad es que hoy tenía muchísimas ganas de F1, más que normalmente incluso, y cuando llegó la hora de la salida tenía el corazón a mil por hora. Empieza la vuelta de formación… y justo en ese momento un rayo tocacojones se carga la señal de la televisión. Prefiero no recordar las palabras tan… educadas que salieron de mi boca en esos momentos. Además, allí en el pueblo no tengo conexión a Internet, con lo que tuve que buscar una solución desesperada y me acoplé a un vecino que sí tenía señal en la tele gracias a San Canal Plus.

Por lo tanto, me perdí el principio de la carrera, pero lo mejor estaba por llegar. La primera buena noticia fue que Fernando había vuelto a salir bien y se había colocado en posición de podium. A partir de ahí, pudimos ver una carrera increíble, con incidentes y adelantamientos (dos cosas que, en Mónaco, suelen estar muy relacionadas). Me pareció estupendo que algunos pilotos se arriesgaran para intentar ganar posiciones, pero lo de Hamilton fue un poquito excesivo. Iba completamente descontrolado, y sus declaraciones después de la carrera me parecieron completamente fuera de lugar. Puede que Lewis esté un poquito frustrado por la superioridad de Vettel. Hoy, una vez más, el alemán ha ganado. A pesar de todo lo que a pasado, a pesar de elegir mal la estrategia, ha ganado. La suerte le sonrió un poco al final, cuando salió por segunda vez el Safety Car y tuvo que detenerse la carrera por un accidente múltiple del que quien salió peor parado fue Petrov, que tuvo que salir en ambulancia, como Sergio Pérez ayer. Fernando y Jenson, que utilizaron mejores estrategias, tenían muchas posibilidades de pasar a Seb con neumáticos más nuevos, pero al poderlos cambiar para la reanudación las opciones del alemán se multiplicaron. Pero sería muy injusto decir que ganó gracias a la suerte. La suerte hay que buscarla y, por muy difícil que sea adelantar en Mónaco, aguantar con esas gomas tantas vueltas sin que te pasen tiene mucho mérito. Como mérito tuvo también la segunda posición de Fernando, la mejor de la temporada. La victoria estuvo cerca, pero no hay que pensar en lo que podría haber sido y no fue, hay que estar contentos porque el resultado ha sido buenísimo, ha superado las expectativas. Jenson también lo hizo genial, creo que se mereció la victoria más que nadie, pero la suerte no estuvo del todo de su parte. Al final tuvo que conformarse con un tercer puesto que no está nada mal. Quizás la gran actuación de Button también haya provocado en cierto modo esa actitud que ha tenido hoy Lewis.

Cuarto ha sido Webber, a pesar de perder mucho tiempo en una parada en boxes desastrosa. Después de que se relanzara la carrera, pasó a Kobayashi, que aún así terminó en una posición increíble, la quinta. Seguro que se la habrá dedicado a Sergio, que no lo habrá pasado nada bien viendo la carrera desde fuera. Sexto fue Hamilton, con penalizaciones y todo. Séptimo fue Sutil, que llevaba tiempo sin una buena noticia. Octavo fue Heidfeld, noveno Barrichello (un par de puntitos para Williams, a ver si empieza a remontar, no se merece estar tan atrás) y el último punto fue para Buemi. Su compañero, Jaime, fue uno de los involucrados en el choque múltiple del final de la carrera, por lo que no pudo terminar. Por una cosa o por otra, Buemi puntúa y Jaime no. Ojalá me equivoque, pero lo veo más fuera que dentro de Toro Rosso. Los Hispania, a los que finalmente se les permitió participar en la carrera, terminaron en las posiciones decimosexta (Liuzzi) y decimoséptima (Karthikeyan), gracias a que hubo muchos abandonos.

En definitiva, hemos vivido una carrera increíble y espectacular, como siempre en el Principado… y estar a punto de perdérmela me ha hecho valorarla todavía más.

1 comentario:

  1. jajaja, ¿un rayo?: eso fue algún improperio de Hamilton; hoy ha estado fuera de lugar todo el día; en la tele no se ha visto, pero al salir del túnel después del accidente de Massa, se ha saltado otra chicane.
    Lo positivo es que no ha funcionado el DRS (por lo corto de la recta) y eso ha permitido que disfrutemos de ese final soñado (Charlie Whiting nos despertó al permitir cambiar las ruedas) entre Vettel, Alonso y Button.
    Una bonita carrera.

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