martes, 13 de septiembre de 2011

Incomprensiblemente bueno.





No lo entiendo. Que alguien me lo explique, por favor. Alguien que entienda mucho de carreras o de cómo alcanzar el éxito supremo en cuatro días o de ambas cosas a la vez. Que alguien meta en este nido de ignorancia que es mi cabeza cómo es posible lo de Red Bull. Una marca de bebidas energéticas compra un equipo de F1 de poco nivel, y en menos de lo que se tarda en construir un edificio lo convierte en el mejor equipo de la Historia de este deporte. El coche más completo, más rápido, más invencible de todos. El coche que deja a los antaño todopoderosos Ferrari y McLaren a la altura del betún. Adrian Newey es una parte importantísima de este proyecto, pero de ninguna manera puede ser el único factor. Tiene que haber algo más. Mucho entrenamiento, mucho trabajo, sí, pero todo eso también lo hacen los de Virgin. El presupuesto tampoco parece ser la clave en este caso. Al coche no le falta nada, ni siquiera fiabilidad. Había sido rápido en todos los circuitos del Mundial, sin importar sus características. Ya nadie se atrevía a decir "este circuito no es para los Red Bull". Pero pensábamos que Monza sería diferente. Monza tenía que ser para los McLaren y los Ferrari, como siempre. Porque Monza es diferente, Red Bull basa su superioridad (en teoría) en la aerodinámica, y en Monza se supone que eso no importa. Se supone que Monza es el opuesto de Red Bull. Solamente es un circuito, pero es para los McLaren y, sobre todo, para los Ferrari, no solamente por cuestiones técnicas, también de corazón. Por lo tanto, debo decir que la pole de Sebastian Vettel me dejó helada. No por el hecho de la pole en sí, sino por lo que significa. Significa que Red Bull ha superado todos sus puntos débiles. Es invencible. No me preocupa ya esta temporada, sino la que viene. Los cambios en el reglamento no son demasiados. Nos guste o no, salvo sorpresa, lo de Baby Schumi va a dejar de ser simplemente una graciosa comparación. Vettel va a empezar a encadenar Mundiales como quien mete bolitas en una cuerda para hacer una pulserilla. Ojalá, de verdad, me equivoque al 100 % en esto. Ojalá.

El domingo fue aún más deprimente en este sentido. El dominio de Seb no había sido una cuestión únicamente de una vuelta lanzada, de hecho, la relación de marchas de su monoplaza estaba más pensada para la carrera. De poco sirvió que Fernando, con una salida magistral desde la cuarta plaza, se colocara primero. Un Safety Car tras un choque múltiple nada más empezar la prueba permitió al español rodar primero unos giros, pero Vettel pronto volvió a su lugar natural y se escapó. No se volvió a saber de él. Su ritmo daba miedo, sobre todo porque seguramente estuvo media carrera sin forzar. En la próxima carrera, en Singapur, podría ser matemáticamente Campeón del Mundo. Por favor, que no le dejen jugar más. Es un abusón.

Por detrás sí que hubo pelea, y de las buenas. A pesar del pobre ritmo del Ferrari (una vez más, lentísimo sobre todo con los neumáticos más duros) Fernando completó una carrera magistral y les brindó un podio a los tiffosi. Las claves fueron su increíble salida y que Schumacher retuvo a Hamilton detrás durante muchas vueltas. Button, en cambio, hizo una carrera increíble. Creo que, a pesar de que Vettel ya es inalcanzable, Jenson encuentra una gran motivación en quedar por delante de su compañero. No tuvo ningún problema para adelantar a Lewis, Schumi y Fernando y colocarse segundo. De todas formas, Hamilton estuvo a punto de birlarle a Alonso la tercera plaza, y no lo consiguió más que nada porque se terminaron las vueltas. Una o dos más y el de rojo se habría quedado sin su merecido cajón.

Detrás terminaron Schumi (que parece haber renacido de sus cenizas), Massa (otra vez la mala suerte le atacó, en esta ocasión involucrándolo en un incidente con Webber al principio de la carrera) y un espectacular Jaime Alguersuari. Los abandonos de algunos pilotos punteros (Rosberg y Mark), tener suficientes neumáticos nuevos y saber cuidarlos, aprovecharse del lío en la salida para ganar posiciones y, sobre todo, un pilotaje espectacular, le permitieron conseguir su mejor posición en F1 y ser "el primero de los mortales". Al menos se habrá quedado más a gusto que en Bélgica y se habrá sacado la espinita. El resto de puntos se los llevaron Di Resta, Senna (que también se habrá quitado un peso de encima) y Buemi (gran botín para Toro Rosso en su carrera de casa).

En la carrera hubo adelantamientos, incidentes y sobre todo muchos abandonos, además de los ya citados. En realidad solamente terminaron la carrera 16 coches, con lo que el HRT de Ricciardo logró la posición 16. El de Liuzzi quedó fuera de combate a las primeras de cambio, de hecho, fue el que provocó el lío de la salida y la parte más loca de la prueba. Pero, pase lo que pase, hay algo que no cambia. Todos sabemos lo que es.

No hay comentarios:

Publicar un comentario